
En la oscura Edad Antigua de la programación, las máquinas comprendían un solo idioma: sucesiones de unos y ceros. El lenguaje era tan esotérico que sólo unos pocos podían dominarlo.
En la Edad Media, proliferaron los lenguajes de programación (como C y Python), y una nueva clase de ser humano: el programador. Para llegar a convertirse en uno, se requería un riguroso entrenamiento, luego del cual se liberaba un enorme poder: hablar con las máquinas. Esto sucedía gracias al "compilador", un engranaje misterioso que traducía ese "lenguaje de programación" en los unos y ceros que la máquina podía comprender. Ya nadie hablaba en “código máquina” porque no era necesario.
Y llegó la Modernidad. Un nuevo engranaje misterioso apareció en el escenario: la IA. De una manera completamente inesperada, los modelos de IA aprendieron a programar. Y cada vez lo hacen mejor y más rápido.
¿Eso significa que ya no serán necesarios los programadores? Al contrario. Significa que ahora ya no usaremos unos y ceros para hablar con las máquinas. Tampoco C o Python. Usaremos español, inglés, francés. La IA lo convertirá en código de programación, que a su vez se convertirá en código máquina.
Este nuevo nivel de abstracción permitirá que haya muchísimos más programadores. Pero ATENCIÓN: todavía será necesario aprender a programar. No para dominar un lenguaje de programación, pero sí para aprender a definir el contexto.
El contexto será el nuevo "código" que el programador tendrá que escribir. La simplicidad, la modularización y la claridad seguirán siendo atributos valiosísimos en este nuevo paradigma.
Y así, la verdadera ventaja de un negocio no estará en el código fuente, sino en aprender más rápido que la competencia. Esa velocidad de aprendizaje se traduce en la capacidad de convertir hipótesis en prototipos, recoger feedback y ajustar el rumbo en ciclos cada vez más cortos.
La IA funcionará en muy poco tiempo como un nuevo compilador que convertirá ideas de negocio en prototipos funcionales casi al instante.
En Seenka lo comprobamos cuando, luego de cuatro años desarrollando modelos avanzados de Machine Learning, pudimos reinventar todo con mejor calidad en apenas tres meses gracias a la IA generativa.
Hoy nos encontramos preparando un nuevo algoritmo que revolucionará la industria del monitoreo de medios. Para lograrlo antes que nadie, tenemos que iterar y aprender rápido. Y esto lo estamos consiguiendo gracias a la posibilidad de generar código en segundos con las últimas herramientas de IA.
En un entorno incierto, quien domine esta nueva forma de compilar ideas será quien lidere la innovación.