Entender la manera en que los consumidores efectúan sus compras en la actualidad es una tarea más compleja de lo que inicialmente podría parecer. Esto es particularmente cierto debido a que la mayoría de ellos busca un valor adicional ofrecido por las marcas, un factor que establezca una diferenciación con respecto a la competencia. La toma de decisiones en la compra no se basa en un único elemento, sino que involucra una amalgama de factores. Por esta razón, la estrategia omnicanal está adquiriendo una relevancia cada vez mayor.

Los consumidores están dispuestos a invertir más en productos que proporcionen un valor añadido en comparación con aquellos que simplemente cumplen una función básica.

El consumidor omnicanal es una persona altamente informada, que compara precios y características, y busca disponibilidad de productos, eficiencia en la recogida y se interesa por experiencias diferenciadas, ya sea por el servicio ofrecido o por la simple navegación en un sitio web específico.

Conforme a una investigación realizada por PwC, previo a comprar en una tienda física, 8 de cada 10 consumidores llevan a cabo una o más búsquedas en línea relacionadas con el producto.

En este contexto, han surgido tendencias que están reconfigurando la industria. Las "tiendas del futuro" representan uno de estos fenómenos, donde los establecimientos se conciben con la intención de fusionar elementos físicos y digitales para ofrecer experiencias únicas y distintivas. Asimismo, cobra fuerza la consideración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), ya que los consumidores buscan cada vez más marcas que, alineadas con su misión central, tengan un impacto positivo en la sociedad y en sus comunidades.

Aisha Hamud, Directora de Engagement de LLYC México, afirma que en la actualidad los consumidores examinan etiquetas, buscan beneficios, investigan propósitos, exploran opciones y buscan el factor diferenciador, incluyendo el factor precio. Existe una expectativa en torno a que las marcas contribuyan de forma positiva a su entorno, lo cual subraya la importancia de que las marcas tengan una narrativa y un propósito genuinos.

De acuerdo con un informe de Frequence, las campañas publicitarias que adoptan una estrategia omnicanal pueden ser hasta tres veces más efectivas que aquellas que se concentran en un solo canal.

El presente del marketing omnicanal

En el presente, los comportamientos de los consumidores están experimentando un cambio significativo, lo cual influye en la evolución de las estrategias publicitarias. Es aquí donde la creación de una estrategia omnicanal adquiere relevancia, ya que permite personalizar mensajes únicos para diferentes audiencias, a la vez que brinda a las marcas la oportunidad de llegar a un mayor número de clientes.

En este contexto, una estrategia omnicanal se vuelve más astuta a medida que los consumidores interactúan con una marca a través de diversos canales. Un estudio de la Universidad de Harvard resalta que el 73 por ciento de los consumidores utiliza múltiples canales durante el proceso de compra, y que aquellos compradores tienden a gastar alrededor de un 10 por ciento más en comparación con quienes utilizan un único canal. Sin embargo, para implementar una estrategia omnicanal exitosa, es imperativo recopilar información sobre la experiencia actual de los consumidores.

En resumen, una estrategia omnicanal se basa en una diversidad de formatos publicitarios y mensajes, así como en una variedad de canales y oportunidades de interacción con los consumidores. El potencial de esta estrategia se maximiza cuando se trabaja con los datos apropiados.